Free Rodriguez

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El Fútbol era Mi Primer Amor

El fútbol era mi primer amor.

Nacido en un lugar en que el fútbol no era popular.

En un lugar en el que el nombre se confunde con otro deporte y por eso lo llaman soccer.

En un barrio en el que no les gustaba jugar sin usar las manos.

En un país que football era el deporte más popular, pero no era mi deporte.

El mío era soccer.

El nombre que le dan los americanos, los yankees, los gringos, también el nombre que le dan los japoneses, australianos, chicos de canadá, y sudáfrica.

El deporte que me enseñó a correr, a jugar, a pelear, a escuchar instrucciones, y a dar todo para lo mío y mis compañeros.

Para que mi entrenador se ponga orgulloso, que me vea jugar en la cancha y me diga que soy un león.

Un juego que me dio las ganas para correr más rápido, para tirar más duro, no tener miedo a los chicos entre los que soy el más pequeño, a los 7 años jugando con lo de 9, 10 y 11.

En partidos perdidos solo quería jugar más porque ahí me encontré yo mismo.

En el país que ve todo en negro o blanco.

Este juego me dio una pelota negra y blanca para jugar con chicos que son negros o blancos.

No era el color pero sí el corazón.

El fútbol me enseño amar sin pedir.

A ser sin hablar a ser sin palabras pero a actuar.

Amar sin esperar que el fútbol me regrese el amor.

Amar por vivir cada momento como importante pero no más importante que el otro.

El fútbol era mi primer amor.